En La Habana se viene trabajando con ahínco por sustentar la higiene y el autofocal en la capital. Estas acciones constituyen premisas básicas en la batalla antivectorial.
La única forma de evitar la proliferación de enfermedades a través del mosquito Aedes aegypti es desarrollando tareas de prevención en cada municipio y barrio del territorio.
De igual manera resulta importante que cada familia en sus hogares, y los trabajadores en sus centros laborales revisen sistemáticamente aquellos aspectos que puedan ser proclives al fomento de insectos y microorganismos, los cuales conspiren contra la salud de las personas.
Entre estos elementos se encuentran los depósitos de agua sin protección alguna, particularmente tanques bajos y destapados que puedan ser reservorios para bacterias u otros tipos de gérmenes causantes de padecimientos como el dengue, la fiebre amarilla, el zika u otras peligrosas dolencias.
Igualmente, para combatir estos flagelos es decisiva la labor mancomunada de la población con las autoridades y especialistas del sistema, los cuales, en las localidades, advierten sobre la necesidad de efectuar labores de saneamiento y fumigación periódica en cuadras y viviendas próximas a aquellos puntos donde haya sido detectado algún caso de enfermedad vinculado a la presencia del oportunista mosquito que tanto daño causa a sus víctimas.
Así mismo hay que destacar el significativo rol de los trabajadores de servicios comunales, quienes están convocados a garantizar la limpieza de calles y áreas verdes y también la recogida oportuna y diaria de desechos sólidos.
Esta misión ha mejorado en la mayoría de las localidades citadinas, pero aún es insuficiente en determinadas zonas debido, esencialmente, a la indisciplina social por parte de ciudadanos irresponsables que contribuyen a provocar microvertederos o acumulación de escombros en lugares inapropiados para su recepción.
Cumpliendo estrictamente las medidas profilácticas e higiénico-sanitarias orientadas por las instituciones de Salud y organismos competentes, seguramente podrá erradicarse la letal amenaza que representan los insectos y vectores en general para la vida de los seres humanos y el desarrollo armónico de la sociedad.
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