El 8 de noviembre es el Día Mundial de la Radiología, una fecha ideal para conocer el rol que juega esta especialidad en la salud de las personas.
Gracias a la radiología hoy en día se pueden curar fracturas, poner prótesis adecuadas a cada situación, observar la evolución y desarrollo de los fetos y poder conocer la condición real de un cerebro. Y todo esto, sin tener que someter a una persona a cirugía u otro tipo de intervenciones dolorosas.
La fecha de este día se tomó de la fecha exacta del descubrimiento de los rayos x por Wilhelm Conrad Roentgen, quién en 1895, realizando un experimento con rayos catódicos y ampollas de vidrio al vacío, notó que cuando la corriente atravesaba la ampolla, se producía un efecto fluorescente, algo que también ocurría sobre la placas fotográficas. Este científico llamó a su descubrimiento rayos x.
Tiempo después Roentgen informó al gremio científico y médico, que con estos rayos podía ver el interior del cuerpo de una persona y a los 3 meses de su descubrimiento, ya se estaban reproduciendo radiografías en los hospitales de las grandes ciudades.
Este día mundial, también busca dar a conocer los riesgos laborales de ser radiólogo, así como incentivar la búsqueda de nuevas tecnologías y nuevos métodos para obtener placas. Entre los principales riesgos de esta profesión tenemos los siguientes:
Para evitar estos riesgos un radiólogo debe utilizar un traje especial o trabajar en una cabina blindada, además, debe tener largos periodos de descanso en su profesión y saber cuál es el nivel mínimo indicado de radiación para cada tipo de placa.
Seguramente alguna vez en tu vida te hayas hecho una o varias radiografías que te habrán ayudado a superar una lesión. Simplemente reflexiona acerca del agradecimiento que debemos tener a las personas que lo descubrieron y desarrollaron y también a los radiólogos que día a día exponen parte de su salud para conseguir una imagen del interior de nuestro cuerpo.
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